
Domingo 5 de septiembre. Campeonato de Castilla y León de Orientación.
Después de alguna carrera el año pasado en calidad de acompañante, descubro este deporte divertido y apto para toda la familia.
Decido probar .Me gusta, disfruto, hago deporte casi sin darme cuenta mientras voy encontrando balizas por los bosques, caminos, sendas, cortados, rocas.
Después de un curso intensivo en el que sobre todo me doy cuenta de que puedo perderme y relocalizarme sobre el mapa (en otras palabras me quito el miedo a meterme sola en el bosque), me lanzo a participar en el Campeonato de Castilla y León.
El día se presenta caluroso en Valonsadero (Soria). Me levanto junto a la familia un poco nerviosa. Pepe se va a hacer su carrera mientras el resto desayunamos tranquilos y nos preparamos.
Voy a la salida junto a Chelo, compañera inseparable en esta nueva aventura.
Dan mi hora de salida y allá me voy. Empiezo bien. Voy despacio mientras personas de todas las edades se cruzan en mi camino corriendo como gacelas mapa y brújula en mano. Las 5 primeras balizas las encuentro sin problema, la 5ª se complica un poco pero la encuentro, en la 6ª me pierdo mucho pero consigo saber donde estoy y logro dar con ella, y así poco a poco completo las 13 balizas de mi categoría OPEN.
Llego a meta cansada pero muy contenta. Me esperan Pepe (una novedad porque siempre soy yo la que le espero a el en la meta), los peques, Diego y Daniel...
Nos sentamos en el restaurante mientras Pepe va a consultar los resultados. La sorpresa mayúscula cuando aparece diciendo: ¡Raquel, corre, has quedado 1ª de Open y van a entregar las medallas!
Sorpresa, alegría y sobre todo muchas ganas para la próxima.
Raquel
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