
Canfranc –Canfranc La carrera de las carreras de Montaña
Carrera por Montaña donde las haya.
La aventura comienza el viernes, antes de comer salimos para Canfranc, comeremos por el camino, tenemos de 6 a 7 horas de viaje. Al llegar a Canfranc me dirijo a recoger el dorsal, me he perdido la presentación de la carrera y aunque ya no es tiempo de recogida de dorsal allí está la organización a pie de cañón con los padres de la prueba: Toni y Aguirre. Saludo a viejos conocidos y después de cenaditos a la cama a dormir, que mañana hay que madrugar, la carrera da la salida a las 8:00.
Suena el despertador, lo primero que te viene a la cabeza es:” ¿dónde voy yo a estas horas?”, pero entre que comes algo, te quitas las legañas y te vistes, se hace la hora de estar en línea de salida. ¡Uf! hace frío, igual me tengo que poner algo más, pero al final miras al cielo, despejado, adelante. Preparados listos ¡ya! Me voy con los primeros ahora que puede incordiarles un poco, pero la guerra empieza muy pronto, el camino se pone cuesta arriba y es muy largo. Me dejo caer y cojo mi ritmo, cuando estoy llegando a la Moleta los primeros ya bajan, al llegar a la Moleta la vista es espectacular, con el Midi en primer plano, respiro profundo, me tomo un tiempo, si, ya sé que es una carrera y no hay que perder tiempo, pero no puedo evitarlo; ¡a bajar se ha dicho!, la primera parte de la bajada es muy técnica, con mogollón de piedras y el resto de los corredores subiendo. El recorrido continua colgado por una pared, por entre un bosque precioso, hasta el Col de Ladrones donde está el avituallamiento, allí están mis acompañantes, ¡hay que desayunar!
Abandonando el avituallamiento nos enfrentamos a la ascensión de la Raca, el cansancio hace mella, y mi entrenamiento ya no da para más, llego a la cima, un trago de agua y bajo por una pista hasta la estación de Astun; este año no tiene nieve. De aquí al puerto de Somport, allí están otra vez mis fans. Por un caminito llegamos a Candanchú, subida al Tobazo, bajamos al Ibon de Tortiellas; y una última subidita, que este año no me queda más remedio que subirla a cuatro patas. Finalmente la superbajada hasta el pueblo, en la que sufro un montón.
Los primeros ya se han duchado y están listos para una segunda vuelta.
Es increíble, vaya atracón de desnivel. ¡¡¡ Que carrerón!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario